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ENERO 2010: MADRE JULIA ARTEGA

22/1/10

MADRE JULIA ARTEAGA, RELIGIOSA TEATINA
( Entrevista publicada en la Revista "Providencia" con motivo del Año Aveliniano)


Siempre es un regalo de Dios encontrarte, a lo largo de tu vida, con personas que transmiten paz y siembran optimismo. Y no son muchas las que gozan de esas virtudes. Yo tengo la suerte de haber gozado de esa gracia. En un atardecer precioso de primavera, me dirijo a la residencia que las religiosas teatinas regentan en Ciudad Real, para entrevistar a Madre Julia Arteaga. Me recibe en la acogedora sala de visitas y allí comienza nuestro agradable diálogo.


- ¿Cómo fue su encuentro con los Teatinos?
- Yo era muy joven. No había cumplido los 20 años cuando me rondaba por la cabeza la idea de orientar mi vida hacia la vida religiosa. Me confesaba y dirigía mi vida espiritual el capellán de las religiosas “azules”, como llamábamos a las Hijas de María, Madre de la Iglesia, en Béjar - Salamanca…


- … pero eso no tiene ninguna relación con los Teatinos.
- Claro que no. Pero por aquellas fechas residía en la Comunidad teatina del Castañar un joven sacerdote, dinámico y ejemplar, el P. Juan Mª Barceló, que fue quien me habló de las hijas de Madre Úrsula –las Teatinas- y mi vida dio un giro total. Comencé a entrevistarme con él y a conocer algo mejor a esas religiosas de las cuales antes no había oído hablar nunca. No era yo sola quien sentía cierta inclinación hacia la nueva Congregación…

 

- ¿Cómo se dio el primer contacto con ellas?
- Un año después, gracias a la intervención del P. Barceló se presentó en Béjar la teatina Madre Micaela. Hablamos por espacio de mucho tiempo y decidimos que me presentaría en Madrid para hacer un tiempo de prueba. Después de un año de Postulantado, vivido con gran intensidad, me trasladé a Felanitx – Mallorca-, donde hice dos años de Noviciado. Me sentía feliz y mis formadoras confiaron en mí. Por eso hice mi profesión religiosa teatina.



- ¿Cuál fue su primer destino como religiosa profesa?
- Me destinaron a Usera –Madrid-.Durante un tiempo ejercí de profesora en el Colegio que la Congregación acababa de abrir allí. Más tarde me trasladaron a Sevilla y, después, aquí a Ciudad Real, donde teníamos –como hoy- una residencia de estudiantes y una Casa Sacerdotal.



- Yo sé que también ha trabajado fuera de España…
- … Sí. Fue un cambio fuerte y duro, al principio. Me mandaron a México. Un mundo completamente distinto al de La Mancha española. Pero pronto me hice a la nueva realidad. Y allí pasé unos años preciosos. Fui durante 6 años Delegada Provincial. En aquellos años dependíamos de la Provincia Española. Cuando –por fin- se erige como Provincia religiosa, fui elegida Superiora Provincial. Desde allí fundamos la Casa de Miami y comenzamos a extendernos. Trabajamos mucho en contacto con los Teatinos.



- ¿Tenían alguna actividad pastoral conjunta con los Teatinos?
- Sí. Trabajábamos –y así continuamos- de manera especial en la Parroquia de San Cayetano, en la catequesis, en las reuniones de matrimonios, en el coro, de manera especial en las bodas, en los bautismos, en el despacho parroquial, en las celebraciones de la Palabra cuando era necesario.



- ¿Con qué sacerdotes teatinos compartieron trabajo?
- Cuando yo llegué era párroco el P. Blas Bonet, que en paz descanse, y más adelante con los Padres Argirmiro, Alonso, Gordo… Bueno, con todos.


- ¿Qué recuerdos le quedan de aquellos años?
- Muchos. De manera especial el miércoles de ceniza, pues durante todo el día nos turnábamos tres o cuatro teatinas, imponiendo la ceniza, pues los Padres no daban abasto. Recuerdo las celebraciones de la Semana Santa. Y sobre todo las fiestas de San Cayetano: Organizando las celebraciones, los mariachis a caballo, repartiendo los “panecitos de San Cayetano”.



- Y, desde allí, a Roma ¿no?
- Efectivamente. Otro cambio fuerte. Cuando estaba contentísima dentro de ese amplio campo de la actividad pastoral, me eligen Superiora General y debo trasladarme a Roma. Allí viví, también con mucha intensidad, durante trece años. Hasta que, acabado mi doble mandato, me enviaron de nuevo a Ciudad Real, donde me encuentro ayudando en lo que puedo, dada mi edad y mis achaques…



- Bueno Madre, hemos hecho un recorrido por su vida. Yo quería hablar de un tema de actualidad: Del Aniversario de San Andrés Avelino, que estamos celebrando este año.
( Se nota a la legua cómo se alegra por el motivo de mi pregunta. Todo lo teatino le llena el corazón. Es un día precioso. Le sugiero continuar nuestra agradable conversación dando un paseo. Ella acepta y salimos al bonito Parque Gasset, que hay al lado de su Casa religiosa.)



- ¿Qué es lo que le llama más la atención de la vida del Santo teatino?
- En primer lugar la honestidad de su vida. Fue capaz de dejar la comodidad de una vida que le prometía un bienestar y un prestigio grandes. Cuando se da cuenta de que el ejercicio de la abogacía puede poner en peligro su integridad moral, lo deja todo y llama a las puertas de los Teatinos de Nápoles, donde es muy conocido, y le reciben con los brazos abiertos.



- Yo sé que fue Maestro de Novicios, durante muchos años. ¿Cómo ejercería ese servicio, si viviera en nuestro tiempo?
- Como lo hizo en el suyo. Siendo muy serio. Poniendo lo esencial de la vida religiosa en la base de sus vidas. Hay cosas que pueden “ponerse al día”, pero hay cosas a las que no se puede renunciar nunca: La formación, la vida espiritual, el contacto con la Sagrada Escritura, el beber en las fuentes de los Fundadores, el amor a la Iglesia, a su Magisterio.



Estas cosas no pueden tener rebajas, ni aún a costa de que las vocaciones escaseen. Es un fallo grande por el que todas las Congregaciones hemos pasado. Gracias a Dios, parece esa situación se va remontando. No se trata tanto de aumentar la cantidad, en detrimento de la calidad de los llamados a la vida religiosa.



- ¿Qué cosas deberíamos copiar casi literalmente de su forma de actuar?
- Cambiando quizás el lenguaje, tendríamos que mantener firmemente la necesidad de la vida de oración, el amor a la eucaristía y la penitencia, la lucha contra la vida amorfa de nuestro tiempo, el valor de la autodisciplina: Estos valores nunca deberían perder vivencia y actualidad.



- ¿Es un santo para nuestro tiempo?
- Los santos son para todos los tiempos. Claro que nos puede servir de ejemplo y de modelo. Para los jóvenes y para los maduritos como yo. Me ha causado mucha alegría el saber que los Teatinos de Brasil le están presentando como Protector para los hombres de la tercera edad. Él, a pesar de sus años y de sus achaques, fue siempre un hombre coherente y siempre confiando en la Providencia del Padre.



- ¿Hay algún hecho, relacionado con el santo, que le haya entristecido?
- Claro que sí. Yo, como Superiora General, me encontraba visitando las Teatinas, en Nápoles, cuando recibí una llamada telefónica que me informaba que los restos sagrados de nuestro santo acababan de ser robados. Alguien, durante la noche, había forzado la urna donde descansaban sus restos y se los había llevado. No sabíamos ni quien –o quienes- ni porqué. La incertidumbre de su paradero nos entristeció a todos. Gracias a Dios, poco tiempo después, de la misma forma misteriosa, volvieron a aparecer. Una vez examinados por los expertos pudieron certificar que no faltaba ninguno de ellos.



- ¿Y algún hecho que le haya agradado particularmente?
- Bueno, últimamente, la proclamación del Año Santo Aveliniano, del que espero muchos frutos. Ojalá estos deseos míos se conviertan en una palpable realidad. Y, antes, casi al final de mis años de estancia en Roma, fui testigo de la defensa de la Tesis doctoral del P. Ambrosio Cots sobre la cristología en San Andrés Avelino, en la Universidad Gregoriana.



Se va haciendo tarde. Madre Julia debe regresar a su Comunidad. La acompaño hasta la puerta de su Casa, después de haber pasado un par de horas muy agradables dialogando con ella. Gracias a Dios hemos conocido un poco mejor a esta entrañable religiosa y también hemos comprobado su amor por todo lo teatino y su devoción por San Andrés Avelino.



Teresa Velasco